viernes, 22 de mayo de 2020

Sechín

El Templo de Cerro Sechín es uno de los monumentos arqueológicos más importantes del Perú, dada su antigüedad, belleza arquitectónica y contenido cultural. Luce, como pocos, una fachada construida con lozas de piedras grabadas con insinuantes motivos de guerreros en procesión, cuyo significado aún no está del todo definido. Descubierta para la arqueología por el sabio Julio C. Tello en 1937, su estudio ha aportado grandes conocimientos a la historia del Perú.



Templo de Sechín, en reconstrucción publicada en el libro de Julio C. Tello. Se indican algunas de las partes mencionadas en el texto.

El sitio arqueológico de Cerro Sechín se encuentra ubicado en el departamento de Ancash, provincia de Casma y a 5 kilómetros de la ciudad del mismo nombre, sobre la falda norte del cerro Laguna a 397 metros sobre el nivel del mar. Ecológicamente pertenece al denominado Desierto Pre-montano. El clima es cálido, seco y con pocas precipitaciones al año. El mar se encuentra a poco más de 10 kilómetros de distancia.



La zona arqueológica tiene una extensión de 5 hectáreas, aproximadamente, ocupando la parte monumental propiamente dicha, mas de una hectárea. Cerro Sechín es un complejo arquitectónico formado por 7 estructuras, seis de ellas construidas con piedra y barro y una con adobes cónicos, típicos del Período Precerámico Tardío (3,000 a 1,800 a.C.). Están distribuidos de tal manera, que dos de las estructuras ocupan la parte central, siendo una de éstas el "Edificio Principal" o "Edificio Central" (con planta rectangular, esquinas curvas y 51 metros de largo por lado) , que es el que ostenta las piedras grabadas en su cara exterior y que cubre a la estructura de adobes cónicos (más antigua) que tiene relieves de barro. Las otras cuatro estructuras se ubican en pares a ambos lados del Edificio Principal, y se les han llamado Edificio A, Edificio C, Plataforma Rafael Larco Hoyle y Plataforma Julio C. Tello.

Antecedentes

En 1919, el sabio Julio C. Tello, padre de la arqueología peruana, de regreso de la Expedición Arqueológica de la Universidad de San Marcos al Departamento de Ancash (ruinas de Chavín de Huántar), visitó la hacienda Tabón en el valle de Casma, propiedad del médico de nacionalidad chilena Dr. Nicolás Sierra Alta, quien había formado una interesante colección de objetos prehispánicos obtenidos de cementerios de esa zona. Tello la visitó y quedó muy impresionado con ella, por lo que el Dr. Sierra Alta donó para el Museo de Arqueología de la Universidad de San Marcos (donde Tello era director) un lote representativo de piezas. A la muerte del Dr. Sierra Alta, la colección pasó a poder del Sr. Juan I. Reyna.


Julio C. Tello dicta "in situ" la descripción de los trabajos de escombramientos dirigidos por él en Sechín. 

18 años después, el 28 de junio de 1937, Tello, ahora de paso a la región del Marañón, recaló nuevamente en Casma y pasó a visitar al Sr. Reyna para revisar nuevamente la colección que fuera de Sierra Alta. Tello, embarcado plenamente en los estudios sobre su teoría de "Chavín como cultura matriz de la civilización andina", preguntó por la existencia de piedras grabadas en la zona (una de las característica que él proponía como principal del arte Chavín). Reyna contestó que la única que conocía era una, parte del muro de su casa, que había sido abandonada por un alemán que intentó llevársela en un buque mercante. Este lito es un bloque de granito de 84 por 73 centímetros que tiene en una de sus caras grabada una cabeza humana estilizada, de perfil y con los cabellos alborotados. Tello vio en esta talla una prueba de la influencia de la cultura Chavín en ese valle (aunque posteriormente se ha determinado que Sechín es anterior a Chavín de Huantar). Este hallazgo le hizo variar el itinerario de la expedición, decidiendo quedarse en Casma por un tiempo y buscar los sitios arqueológicos del lugar.

En la mañana del 1 de julio, Tello realiza una inspección en el cerro Sechín, encontrando numerosos vestigios arqueológicos. Es allí donde le avisan que ha poca distancia había una "huaca" (lugar sagrado) con piedras grabadas. Llegan al lugar que los lugareños llamaban del "indio bravo", debido a que en una de las piedras estaba grabada la representación de un cuerpo humano cuyo rostro muestra sus dientes y el cabello suelto y ondulante. Este hallazgo llevó a Tello a examinar con mayor detenimiento el lugar, encontrando más monolitos grabados. Entonces decide excavar el sitio, desenterrándose de ese modo el monumento que llamó Templo de Cerro Sechín. Las piedras que encontró estaban semi-enterradas y alineadas en una de las caras de lo que parecía ser una pequeña plataforma. Con el auxilio de 15 obreros, Tello procedió a descubrir ese lado, dejando a la luz una pared formada íntegramente por piedras grabadas. En los días siguientes aparecieron al lado derecho e izquierdo sendos muros con litos grabados, de ese modo se perfiló la forma del Templo de Cerro Sechín: Un edificio cuadrangular con un muro perimétrico de piedras (todas grabadas) y en el interior varios cuartos y estructuras en adobe, con las paredes pintadas en vivos colores y representaciones de figuras mitológicas (también pintadas).

Cronología

Cerro Sechín es parte de una temprana tradición arquitectónica de grandes edificios del valle de Casma, una de las más antiguas del Perú y hasta el momento de América. El arqueólogo Henning Bischof propone una secuencia cronológica para esta tradición que va desde el año 3,400 a.C. al año 1,000 a.C. abarcando los períodos Precerámico Tardío e Inicial (Bischof 2009):

Período Sechín, 3,400 - 1650 a.C.
Período Moxeque, 1,650 - 1,400 a.C.
Período Haldas 1,400 - 1,000 a.C.

Cerro Sechín se ubica, principalmente en el Período Sechín, esto es, plenamente durante el período Precerámico Tardío, que se caracteriza por la emergencia de sociedades complejas, construcciones de grandes pirámides y ausencia de cerámica.

La arquitectura de Cerro Sechín es dividida por Samaniego, Vergara y Bischof en 5 fases constructivas, siendo las más relevantes las fases 1 con la construcción del primer edificio de barro (construido usando adobes cónicos) y sus relieves polícromos, la fase 4, con la construcción de una nueva plataforma que cubre por completo el edificio anterior (Templo de Barro) y que tiene en su cara externa un enchapado de piedras grabadas (Edificio Central) que es el que se observa en la actualidad. La fase 5 corresponde al período Inicial (con cerámica), momento en que se construyeron otras plataformas, al sur y a los lados del Edifico Central:

Fase 1: (2210-2040 a.C.), se construye el Templo de Barro con frisos polícromos de barro.
Fase 2 - 3 : Remodelaciones al Templo de Barro
Fase 4: (1,800 a.C.) Construcción del Edificio Central y la fachada de relieves grabados en piedra.
Fase 5: Construcción de plataformas laterales y sur: Edificio A, Edificio C, Plataforma Rafael Larco Hoyle y Plataforma Julio C. Tello

Los monolitos grabados

Adornan todo el contorno del Edificio Principal (también llamado Edificio Central). Los litos grabados fueron colocados intercalando unos grandes con representaciones de Guerreros / Sacerdotes con pilas de 3 o más pequeños con representaciones de despojos humanos. Para el arqueólogo Lorenzo Samaniego estos bajorrelieves muestran una doble procesión de personajes que parte de un pórtico formado por 2 monolitos grabados que sostienen un dintel al centro del muro sur y se encaminan hacia otro pórtico, ubicado al centro del muro norte, e intercalados, como ya se dijo, están los grabados que representan despojos humanos (brazos, piernas, cabezas, cuerpos seccionados, vértebras y vísceras) como si estuvieran regados por el suelo, recreando un cuadro de hondo dramatismo y horror. En esta procesión no hay figuras de dioses, semidioses o animales míticos, solo hombres. (Bueno 1070-71)


Redibujados aquí, algunos de los sacerdotes / guerreros grabados en los monolitos del templo de piedra en Sechín.

Las esculturas tuvieron como cantera el mismo cerro Laguna, de donde fueron extraídas usando palos de algarrobo o huarango (árboles oriundos de la costa peruana) usados como palancas y auxiliados por gruesas y con fuertes sogas de maguey arrastrados hasta los talleres donde fueron trabajados. Alisaron una de sus caras y usando un carbón dibujaron el motivo a tallar, procediendo a frotar y frotar esos trazos con otra piedra más dura, usada como cincel, hasta formar hendiduras anchas, profundas y uniformes, que son las que dan forma a los grabados. A esta técnica se le conoce como "abrasión". Hasta ahora el número de tallas descubierto es de 326, faltando por excavar un sector del muro sur, en donde varios litos aún están enterrados, esperando ser descubiertos.(Bueno 1070-71)

Los Guerreros / Sacerdotes fueron dibujados con la cabeza, piernas y brazos de perfil, mientras que el tronco y la pelvis están de frente. Como único ropaje llevan taparrabos y sobre la cabeza rapada unos gorros de forma trapezoidal. La cara, posiblemente esté pintada, ello a juzgar por una banda curva que parece atravesar su ojo. Sostienen un arma o cetro en la mano, en la que hay que destacar el curioso detalle de la uña del dedo pulgar: está muy crecida y afilada. La boca entreabierta muestra los dientes juntos, y sus ojos están desorbitados, tal como, siglos después fueron representados en las tallas líticas del sitio de Chavín de Huantar, que fuera considerada por Tello como la cuna o matriz de toda la civilización andina.


Dos de los monolitos grabados que forman la pared exterior de Templo de Piedra en Sechín.

Garagay

Entre las atiborradas calles de Lima, en medio de casas y delante de nuestros ojos tenemos uno de los monumentos más importantes, vistosos y visitables del mundo. Primero, por su gran antigüedad: 3500 años. Segundo, su arte, expresado en relieves de colores, únicos en el mundo por su belleza y longevidad, y tercero (sobre todo tercero) por lo que nos dice y nos seguirá diciendo, palabras imprescindibles para entender y conocer el pasado, cimiento de nuestro futuro.



Vista frontal de la Pirámide Principal de Garagay. Nótese la torre de alta tención que ha sido colocada en la cima, la que causa graves daños a este valioso monumento.

Este es Garagay, sitio arqueológico de Lima ubicado en el distrito de San Martín de Porras a pocas cuadras de la esquina de las avenidas Angélica Gamarra y Universitaria, está formada por tres grandes pirámides. Fue usada como cantera, es base de una torre de alta tensión -cercada y minada-, fue estudiada y excavada por arqueólogos, defendida con un cerco de cemento y posteriormente invadida y saqueada: hoy está olvidada.

Un poco de historia
En 1959 Garagay salta a la luz pública con la denuncia presentada por José Casafranca, en ese entonces Inspector del Litoral Central del Patronato Nacional de Arqueología, entidad que comisiona, además, a Manuel Ontaneda y Aquiles Ralli a realizar excavaciones en dicho sitio arqueológico ubicado en terrenos de la hacienda Garagay Alto. Resultado de esos trabajos es el descubrimiento de relieves pintados con muchos colores que fueron identificados como pertenecientes a la cultura Chavín. Ante la imposibilidad de conservarlos se manda volver a enterrar los descubrimientos como único medio posible de preservarlos. Sin embargo dicho hallazgo debió despertar la codicia o envidia de alguien, pues poco tiempo después manos inescrupulosas desentierran y destruyen ese valioso legado. Lamentablemente los informes de ese trabajo no cuentan con fotografías o dibujos de los relieves encontrados.

En 1961 durante los trabajos de construcción de la autopista Lima-Callao al nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez la Constructora Dos de Mayo utiliza como cantera a la huaca de Garagay destruyendo parte de una de las pirámides laterales.


Mapa de Ubicación.

Las Empresas Eléctricas Asociadas (EE.EE.AA.) pusieron lo suyo en 1963, eligiendo a la cima de la pirámide mayor de Garagay como base para la torre de alta tensión No. 2005-2006 removiendo un área de 40 metros cuadrados por 4 a 5 metros de profundidad. En 1970 la Ladrillera San Martín utiliza el terreno comprendido entre las tres pirámides principales de Garagay como cantera para la fabricación de ladrillos.

Para 1974 regresan las buenas noticias, El Departamento de Investigación y Restauración de Bienes Monumentales del Instituto Nacional de Cultura encarga a los arqueólogos Rogger Ravines y William H. Isbell los trabajos de investigación, delimitación y conservación de la Huaca Garagay. Como resultado de dicho trabajo se descubrieron los impresionantes relieves policromos en dos de sus pirámides así como el hallazgo de miles de objetos de cerámica y textiles que demostraban su gran antigüedad determinando que Garagay es anterior a Chavín de Huantar y no al revés como se creyó en un primer momento. Así es que parte del legado de Chavín de Huantar es originario de Garagay y otros monumentos similares en Lima.

Se construyeron casetas para defender de la intemperie los relieves y otros hallazgos, una casa para el guardián, un depósito, gabinetes de estudio y un cerco perimétrico de cemento. Parecía que para Garagay había un futuro promisorio.

Sin embargo, años después, invasores de tierras se apoderaron de la huaca y parapetándose en el cerco perimétrico evitaron el desalojo. En una actitud inexplicable la emprendieron contra los frisos dañando severamente unos y destruyendo completamente otros. Fue como si borrando el pasado, en una ilusión modernista, ello les propiciaría un futuro. Grave error, pues las condiciones de vida de dichos invasores, lejos de mejorar se han deteriorado dramáticamente en el transcurso de estos años. Demás está decir que los muchos juicios por desalojo ganados por el estado peruano no han servido para cambiar esta situación.

Los Templos en U, Primera Cultura de Lima
Hace 4000 años los valles costeros del Perú (como Lima) no eran un paraíso para vivir, el suelo pedregoso no era apto para la práctica de la agricultura y los ríos con sus estacionales crecidas y desbordes eran ingobernables. 3500 años de dura labor convirtieron a la llanura limeña en el fértil valle que fue hasta 1960 y hoy ha desaparecido bajo una mortaja de cemento llamada Lima Metropolitana.

El mejoramiento de la agricultura, el aprovechamiento de los frutos del mar (sobre todo la recolección de mariscos en gran escala) y el uso de nuevas tecnologías permitió el crecimiento de la población y con ello la aparición de sociedades complejas, que en arqueología llamamos "culturas" (como por ejemplo: la cultura moche, la cultura paracas, etc). La más antigua en Lima es la llamada "de los Templos en forma de U". Garagay es un "Templo en U".


Plano en planta de Garagay. Se señalan sus principales partes (comunes al general de Templos en U). 

Se reconoce a los "Templos en U" por estar formados por tres pirámides: una (la mayor) flanqueada a derecha e izquierda por otras dos pirámides alargadas (llamadas brazos), que vistas desde el aire tienen forma de letra U, de donde se originó su nombre.

En la década de los 60`s se usaron fotos aéreas para ubicar sitios arqueológicos en grandes áreas (como por ejemplo, valles enteros) y de ese modo facilitar su posterior visita. Es así como se detectan que entre los valles de Huaura, Chancay, Chillón, Rímac y Lurín había estos conjuntos de tres pirámides con la dicha forma en U. El arquitecto Carlos Williams, muy dedicado a la arqueología, en su pionero artículo de 1971: "Centros Ceremoniales Tempranos en los Valles de Chillón Rímac y Lurín" (revista Apuntes Arqueológicos N. 1) los "descubre" y define sus características principales.

Los trabajos de Ravines e Isbell en 1974 en Garagay abren una nueva página en la historia de Lima al desenterrar lo que probablemente sea la civilización más antigua en la costa central del Perú, región que fue uno de los principales focos de irradiación de cultura en los andes (a su vez, los andes peruanos, son uno de los 6 focos originarios de cultura en el mundo, junto a Mesoamérica, Mesopotamia, China, India y Egipto). Richard Burger trabajando en Cardal, Mina Perdida y Manchay (otros Templos en U en el valle de Lurín) desde mediados de la década de los 80's y otros investigadores que han trabajado en menor escala terminan por delinear, de manera inicial, a esta importante cultura.

Garagay y su historia

Como ya se dijo líneas arriba, Garagay está formado por tres pirámides, una al fondo (Pirámide Principal) flanqueada a derecha e izquierda por sendas estructuras piramidales (brazos). Se calcula que su construcción empezó en el año 1400 a.C., sufriendo a lo largo de 800 años de historia, hasta el 600 a.C., tres grandes remodelaciones. Por ello los arqueólogos han nombrado a estos tres momentos o fases como: Templo Temprano (a la primera construcción), Templo Medio (a la primera gran remodelación) y Templo Tardío al aspecto que mostró luego de la segunda y última gran remodelación.

La técnica que se usó en estas remodelaciones es la misma que se practicó desde ese entonces y a lo largo de toda la historia antigua del Perú: Rellenaban completamente los cuartos y habitaciones antiguas con piedra, tierra o adobes y construían nuevas estructuras sobre éste, ganando altura. A los costados adosaban nuevos muros a los antiguos, agrandando las dimensiones horizontales. Dichas remodelaciones abarcaban a todo el monumento y su inicio debió ser festejado con fiestas y ritos, pues se han encontrado ofrendas que celebraban este hecho.

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Kunturwasi

El monumento arqueológico Kuntur Wasi se ubica en el Cerro la Copa, centro poblado de Kuntur Wasi, provincia de San Pablo, región de Cajamarca, a una altitud de 2.300 metros sobre el nivel del mar.

Los datos conseguidos a través de las excavaciones científicas, estrictamente controladas por los arqueólogos, son muy valiosos para la comprensión del proceso sociocultural del Periodo Formativo de la civilización andina.

El descubrimiento de nueve tumbas especiales con la asociación de cerca de 200 piezas de oro, bien elaboradas artísticamente y cerámicas finas, ha causado una sensación de interés no solamente del mundo científico sino también de los pobladores de la provincia de San pablo y la región de Cajamarca.

















Los resultados de las excavaciones efectuadas en el Templo ceremonial de Kuntur Wasi, han permitido aclarar la secuencia cronológica y ocupacional del sitio; dividida en cuatro fases:

Fase Ídolo 1100-800 aC:

Es la primera fase de ocupación en el sitio, donde se construyó el centro ceremonial conformadas por plataformas y plazas, cuyos pisos fueron bien elaborados y enlucidos con cal de color blanco. Algunos edificios estaban adornados con frisos de barro de varios colores. Se ha registrado una imagen de barro que representa un personaje con cara de felino. Asimismo, esta fase comparte cierto vínculo con los sitios de la sierra de Cajamarca como Huacaloma y Pacopampa.

Fase Kuntur Wasi 800-500 aC:

Es la fase donde se construye un nuevo complejo ceremonial con grandes terrazas, que origina un cambio en el cerro de forma escalonada. La cima fue transformada en una gran plataforma con muros de contención y un sistema de escaleras centrales fueron colocados en las fachadas principales del lado Norte de las terrazas, dando como resultado un complejo de plataformas y plaza en forma de la letra U.
Durante esta fase, también se encuentra una asociación con monolitos con diseños mitológicos y la construcción de una plataforma circular hundida. Pero el hallazgo más significativo es el registro de siete tumbas especiales, donde se enterraron personajes importantes, como sacerdotes. Está asociado a cerámica fina, adornos de piedra y concha marina y a objetos de oro como: coronas, narigueras, orejeras y pectorales.























Fase Copa 500-250 aC:

Es la fase donde se realiza la modificación del complejo arquitectónico ceremonial. Algunos espacios arquitectónicos se abandonaron y el sistema de canales de drenaje fue mejorado.

Fase Sotera 250 -50 aC:

Es la fase que comparte similares características a las de la fase Layzón del valle de Cajamarca. Son criadores de llamas cuyos restos se encuentran en una gran cantidad en las excavaciones.
A la vez que se destruyeron los edificios se tapó la fachada frontal y Kuntur Wasi dejo de ser un centro ceremonial.

Los trabajos en Kuntur Wasi culminaron en el año 2003, gracias al esfuerzo de la Misión Arqueológica de la Universidad de Tokio, con el proyecto UNESCO; integrado por arqueólogos japoneses y peruanos, quienes realizaron trabajos de Restauración y Conservación en los muros de contención de la fachada principal, plaza central y plaza delantera. Lo que permite actualmente tener visibilidad parcial del centro ceremonial de Kuntur Wasi y que a largo plazo será considerado un eje principal del desarrollo turístico en esta parte de la región y el Perú.

Museo de Sitio:

Se localiza a unos tres quilómetros de la ciudad de San Pablo. El descubrimiento de las tumbas asociadas con objetos de oro y otros hallazgos ha conducido a la construcción de un museo de sitio. Aquí se muestran permanente de los objetos de oro, piedras semi-preciosas, cerámica, restos líticos y óseos hallados en las excavaciones de Kuntur Wasi. Además, se pueden ver los mapas, planos y fotografías de los trabajos de investigación realizados por la Universidad de Tokio.



















Este museo está a cargo de la comunidad del poblado de Kuntur Wasi. Los pobladores que han participado en las campañas arqueológicas, brindan el guiado al complejo y se encargan de mantener el museo y el sitio resguardado y protegido.

domingo, 17 de mayo de 2020

Ataque en Afganistán: el brutal atentado en una maternidad que dejó 24 muertos

Madres, recién nacidos y enfermeras están entre las víctimas de un brutal ataque a una sala de maternidad en la capital de Afganistán, Kabul.

Hombres armados atacaron este martes el hospital Dasht-e-Barchi, dejando al menos 24 muertos, según un balance actualizado este miércoles.

"Los atacantes disparaban a cualquiera en este hospital sin ninguna razón", le dijo a la agencia Reuters Ramazan Ali, un vendedor que vio comenzar el ataque.

Un médico que logró huir le dijo a la BBC que cerca de 140 personas estaban en el hospital cuando llegaron los hombres armados. El hospital es operado por la organización internacional Médicos sin Fronteras.

Las fuerzas especiales afganas rescataron a 100 mujeres y niños, incluidos tres extranjeros, le dijo un funcionario a la BBC.

El hospital fue atacado por hombres armados.
Imágenes de la escena mostraron a los soldados que llevaban bebés recién nacidos envueltos en mantas manchadas de sangre a un lugar seguro.

Familiares de unos 15 bebés cuyas madres fallecieron esperan noticias de lo que les sucederá a los pequeños.

Los tres atacantes, que según reportes accedieron al lugar disfrazados de policías, fueron abatidos por personal de seguridad después de una batalla que duró horas.

Condena
El ataque, que hasta el momento no ha sido reivindicado por ningún grupo, provocó una condena generalizada.

"¿Quién ataca a recién nacidos y madres? ¿Quién hace esto?", tuiteó Debra Lyons, jefa de la misión de la ONU en Afganistán.

"Cualquier ataque contra inocentes es imperdonable, pero atacar a bebés y mujeres que están dando a luz... Es un acto de pura maldad", dijo, por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.

Familiares aún están intentando saber qué pasó con sus seres queridos.
En otro incidente en el mismo día en Afganistán, un atacante suicida mató al menos a 32 personas en un funeral en Nangarhar, en el este del país.

Los ataques muestran la fragilidad de los esfuerzos por poner fin a décadas de guerra.

De hecho, el presidente Ashraf Ghani ordenó la reanudación de las operaciones ofensivas contra elo talibán y otros grupos militantes, a quienes acusó de ignorar los repetidos llamamientos para reducir la violencia.

Este no es el primer ataque a un hospital. En 2017, hombres armados de Estado Islámico vestidos como personal médico atacaron el principal centro médico militar de Kabul, dejando 50 muertos.

Pero el talibán también ataca hospitales. En septiembre pasado, 20 personas murieron después de que un camión lleno de explosivos fuera detonado por militantes del grupo afuera de un hospital en la provincia sureña de Zabul.

Entre las víctimas hay bebés, madres y trabajadores sanitarios.

Sacudida a la frágil esperanza

Análisis de Lyse Doucet, corresponsal de la BBC

Incluso en un país que ha visto lo peor de lo peor, este salvaje ataque contra bebés recién nacidos y sus madres ha conmocionado y sacudido la frágil esperanza de que este sea el año en que Afganistán finalmente comience a girar hacia la paz.

Las imágenes de las fuerzas especiales llevándose a los bebés a un lugar seguro permanecerán en la memoria de aquellos que han pedido repetidamente un alto el fuego, especialmente cuando los afganos están luchando contra otro enemigo mortal, el covid-19.

A pesar de que el Talibán ha negado que este horrible ataque fuera obra suya, la denuncia del presidente Ghani refleja la ira y la frustración de muchos.

Algunos temen que grupos como Estado Islámico, que intenta crear una brecha aún mayor entre el Talibán y el gobierno, también hayan acabado, por ahora, con lo que fueron lentos e inciertos pasos hacia las conversaciones de paz.

Y para aquellos que nunca han confiado en el compromiso del Talibán, este último ataque solidifica su determinación de seguir luchando.

Hominización